No pierdas tiempo buscando al hombre perfecto, ¡encuentra al hombre ideal!
1. Tiene un propósito: Está dispuesto a mejorar, a crecer y a luchar por llegar a una meta personal. Ojo: si no está ya trabajando en ello, puede ser solamente un soñador que tiene planes y planes, pero no llega a nada concreto. ¡Descártalo de inmediato! Fíjate que la meta sea realmente positiva (también para ti) y no que se base sólo en su ego, como comprarse un Ferrari.
2. Es auténtico: Cómodo en su propia piel, no está tratando de impresionarte hablando de cuánto dinero gana, cuál es su puesto o cuántos coches tiene. Si todo esto es cierto, qué bueno, pero un hombre auténtico no lo va a utilizar para “venderse”, porque atraería a niñas interesadas solamente en el dinero. Un hombre auténtico sabe que vale mucho más por quien es, que por lo que tiene. No encuentra problema en expresar su vulnerabilidad, es abierto y no tiene que fingir ser “fuerte” o “perfecto”.
3. Le gusta su vida: Está contento con lo que hace, es positivo. Un hombre que se queja todo el tiempo no es estable. Si se queja de su trabajo, es probable que lo deje; si se queja de su familia, quizá no quiera formar una, o se queje de ella cuando lo haga. Si se concentra en lo mal que le va y no en cómo mejorar las cosas, es alguien pasivo. Y cuidado, porque puede empezar a depender de ti para que tú le resuelvas su vida. Para colmo, después se va a quejar.
4. Es económicamente responsable: Sabe ahorrar, invertir, comprar, gastar. No es ni muy codo (fíjate cuánta propina le deja al mesero) ni demasiado gastador (endeudándose con lo que no tiene). Si no cuenta con esta característica, tu vida podría volverse un completo caos. Es igualmente horrible vivir con un tacaño que no se permite un gusto de vez en cuando (si no, ¿el dinero para qué es?), como con alguien que despilfarra sin medida.
5. Sabe disfrutar: Esto tiene que ver muchísimo con su sensualidad. Un hombre que no disfruta la comida, un buen vino, una rica charla, la música o todo lo que tenga que ver con los sentidos, no está abierto a los placeres. Si él tiene sus propios placeres (no obsesiones ni adicciones) y los sabe disfrutar, es una buena clave para saber si es buen amante. Un hombre rígido, que todo lo hace por obligación o no le encuentra el gusto a las cosas? Quizá entonces tenga sexo por obligación.
6. Aprende sobre la dinámica de los sexos: No solamente quiere crecer personalmente, sino que también quiere ser mejor pareja. No ve sus relaciones anteriores como que “ellas eran malas y tuvieron la culpa”, sino que aprendió de sus errores y toma responsabilidad en el asunto; eso lo ha hecho mejorar. Tiene un genuino interés en compartir y no sólo satisfacer sus propias necesidades. Muy importante: está preparado para DAR, sobre todo emocionalmente, y a resolver problemas entre dos. Tal vez ha leído libros sobre relaciones o ha ido a terapia, pero realmente le interesa el tema.
7. Se maneja por el amor, no por el miedo: El típico solitario, que es "él contra el mundo”, que no necesita de nada ni de nadie, que así está bien, que no confía, no tiene fe en la gente ni en la vida; se maneja por el miedo. Y va a ser completamente inaccesible e impenetrable con todas esas barreras, que sólo dicen que no está preparado para una relación.
8. ¡Está interesado en ti!: Todas las características anteriores no importan si ésta no se cumple. ¿Se entusiasma o le da gusto cuando le das una buena noticia? ¿Se fija en lo que le dices y te lo demuestra en conversaciones posteriores? ¿No escatima en cumplidos? ¿Responde rápido a tus llamadas o emails? ¿Te presenta con sus amigos y familia? ¿Habla del futuro contigo? ¿Comparten formas de pensar y de ver la vida? Estas preguntas realmente son clave en visualizar cómo sería su porvenir juntos. No las subestimes.