Fue una aventura, pero no consigo olvidarlo
P. Tuve una aventura con un compañero del trabajo y nunca esperé enamorarme. Terminamos hace un año y, aunque tengo más recuerdos malos que buenos, no sé cómo olvidarlo. Él le dice a mis amigos que va a arreglar las cosas, pero no ha movido ni un dedo. ¿Acaso me olvidó?
R. Ése es el problema de las aventuras. Sí, pueden ser muy divertidas y excitantes, pero una vez que empezamos a apostar por una relación, aun cuando sabemos que no va a ocurrir, empezamos a sufrir. Las razones son conocidas: “es casado”, “se muda el próximo mes a Alemania”, “me advirtió que NO está interesado en una relación”... Y nos repetimos mil veces que no nos vamos a enamorar, que es sólo una aventura, y todos nuestros amigos nos dicen que es un error, pero ahí vamos, cual zombies detrás de cerebros. Una vez que caemos, es poco lo que se puede hacer. Ignoro la razón por la que no pueden estar juntos ni qué cosas tiene que arreglar, pero si “no ha movido ni un dedo”, dudo que lo haga. ¿Ya te olvidó? ¡Eso qué más da!, si no quiere seguir con la relación. No te queda más que pasar el duelo, procurar que no se convierta en obsesión, dejar que el tiempo haga su trabajo y pedirle a tus amigos que no te informen más sobre él, ¡así les ruegues que lo hagan!
