1. Empieza caminando
Si nunca has hecho ejercicio, caminar es el primer paso literal hacia correr. Hazlo 20–30 minutos 3 veces por semana para preparar articulaciones y pulmones. Cuando caminar se te haga fácil, añade trotes suaves.
2. Haz intervalos
No corras de golpe. Empieza con esta fórmula mágica:👉 1 minuto corriendo + 2 minutos caminando (repite 8 veces). Tu cuerpo se adaptará sin sobrecargarse.
3. Invierte en unos buenos tenis
No necesitas los más caros, pero sí unos diseñados para correr. Usar calzado inadecuado puede causar lesiones.✨ Pro tip: elige unos con buena amortiguación y soporte para tu tipo de pisada.
4. Hidratación desde el día anterior
No esperes a tener sed. Tu rendimiento (y tu piel) dependen del agua que bebes antes, no durante. Haz del termo tu nuevo accesorio.
5. No corras todos los días
Correr diario cuando estás empezando puede ser contraproducente. Descansa al menos un día entre sesiones. El músculo crece y se adapta cuando recuperas, no solo cuando te mueves.
6. Calienta (aunque sea 5 minutos)
Evita lesiones. Camina rápido, haz círculos con los tobillos, balancea brazos y piernas. Tu cuerpo lo agradecerá.
7. No corras por velocidad, corre por tiempo
No importa cuántos kilómetros hagas, sino cuánto tiempo te mantienes activa. Empieza con 20 minutos y aumenta gradualmente.
8. Escucha a tu cuerpo (no a tu ego)
Si sientes dolor real, detente. Fatiga es normal; dolor agudo no. Escuchar tu cuerpo es inteligencia, no debilidad.
9. Elige tu momento ideal del día
Algunas personas rinden mejor al amanecer; otras al atardecer. Encuentra tu hora mágica: la que se sienta sostenible y disfrutable.
10. Prepara tu playlist poderosa
Elige canciones que te motiven o podcasts que te acompañen. El ritmo correcto puede marcar tu paso y tu ánimo.
11. No te compares
Correr no es competencia, es conexión contigo misma. Cada cuerpo tiene su propio ritmo, y el tuyo es perfecto.
12. Acepta los días “malos”
Habrá corridas pesadas, días lentos, y momentos en que no querrás hacerlo. Eso también forma parte del proceso.La constancia vence al entusiasmo momentáneo.
13. Cuida tu respiración
Inhala por la nariz y exhala por la boca. No fuerces el ritmo: deja que se regule solo. Una respiración estable = una mente tranquila.
14. Estira al final
Cinco minutos de estiramiento reducen rigidez y dolor posterior. Tus piernas y espalda te lo agradecerán.
15. Celebra cada avance (sin importar cuán pequeño)
Hoy fueron 10 minutos, mañana serán 20. Correr no es solo mover el cuerpo: es reconectar contigo. Cada paso que das te está construyendo una versión más fuerte y segura de ti. 🏅
💋 Mensaje Cosmo
Tu running era no comienza el día que haces 5K… Empieza el día que decides moverte por amor propio, no por obligación. Corre a tu ritmo, con tu música, con tus ganas. Y recuerda: no importa si vas despacio, sigues yendo más lejos que quien no empezó.
