Explorar tu vida íntima puede ser muy emocionante, pero algunas prácticas, aunque comunes, pueden ser menos higiénicas de lo que parecen si no tomas ciertas precauciones. Esto no significa que debas evitarlas, solo que es importante tener presente el cuidado de tu salud. Aquí te explicamos cuáles son y cómo reducir los riesgos.
Intimidad por detrás sin protección
Aunque es algo muy común, la intimidad por detrás puede presentar riesgos si no se practica correctamente. El recto no produce lubricación natural, lo que puede provocar microdesgarros e infecciones al entrar en contacto con bacterias de esta zona. Recuerda usar siempre condón, aplica lubricante a base de agua o silicona para evitar fricción y cambia el condón si planeas pasar de la intimidad por detrás al vag1nal o al oral.
Intimidad en el agua
Lo que puede parecer sexy y romántico, puede ser un gran riesgo para la salud. Ya que el agua (ya sea de jacuzzis, alberca o regadera) puede eliminar la lubricación natural del cuerpo y contiene bacterias que podrían causar infecciones. Procura usar un lubricante resistente al agua y asegúrate de que el lugar esté limpio para reducir riesgos.
Usar saliva como lubricante
Aunque muchos lo consideran práctico, la saliva no es la mejor opción. Puede portar bacterias y virus que aumentan el riesgo de infecciones o ITS. Mejor usa un lubricante a base de agua o silicona, incluso los de sabores podrían hacer más divertido el momento.
Intimidad oral sin protección
Aunque parezca absurdo e innecesario para muchos, recordemos que como cualquier otra práctica íntima puede transmitir ITS como herpes, gonorrea o VPH. Por eso recuerda usar barreras de látex o condones saborizados.
No orinar después de la intimidad
Aunque no parece importante, no orinar después de la intimidad puede aumentar el riesgo de infecciones urinarias, ya que las bacterias pueden entrar más fácilmente en la uretra durante el encuentro íntimo.
Al final del día, la intimidad es para disfrutarlo, pero es importante hacerlo con precauciones. Tomar medidas higiénicas como usar condones, elegir lubricantes adecuados y mantener una buena limpieza íntima puede marcar la diferencia en tu salud y bienestar. Cuidarte no es opcional, es una forma de amor propio.