Por fin tuvimos un poco de la magia picante de Sex and the City en And Just Like That y fue gracias a Charlotte
Esta es la segunda ocasión en la vida que me identifiqué con Charlotte, personaje de Sex and the City y And Just Like That. La primera fue cuando se encontraba en busca de un gran partido; alto, guapo y millonario. El jueves pasado todas las Samanthas que vieron el cuarto capítulo ‘¡Viva!’ le hicieron una ovación de pie a quien fue considerada por mucho tiempo como la más fresa de esta franquicia. Esto demostró que hasta las románticas empedernidas tienen su lado “kinky”… o simplemente real. Puede que Charlotte nunca haya sido tan aventada en el pasado (¿recuerdas su conflicto con el sexo anal?), pero lo que desconocíamos -hasta hace poco- era su fijación o fascinación por el semen. Attagirl!
Tenemos que hablar de la “adicción al semen” de Charlotte en And Just Like That…
No pude evitar preguntarme: ¿El entusiasmo por el semen es algo que se aprendió que “está mal”?
“¿Quieres acabar en mis tetas?”, la pregunta del millón para miles de hombres hetero y a la que Harry contestó: “No es mi cumpleaños”, confirma que esta “práctica” es reservada para complacer en ocasiones especiales. Ha sido tan satanizada por culpa del porno que te denigra, sobre todo si eres feminista. La escena entre Charlotte y su esposo fue bastante creíble, el único detalle que vi es que normalmente sientes cuando te cae el semen. Incluso, por la posición en la que Harry se encontraba, me sorprende que tuviera tan buena puntería. Recuerdo cuando Mr. Producer terminó sobre mis boobs, pero el shot fue tan potente que cayó también en mi cara. Eso me sirvió para escribir lo que tienes que hacer si te cae semen en los ojos. No los cerré porque soy una cum slut a la que no solo le encanta sentir y saborear, también ver.
Cum slut
Si no estás familiarizada con el término que utilizó Miranda, este es muy sencillo de entender aunque por supuesto connota un ligero juicio, una crítica en tono burlón. Algo muy cercano al slut-shaming porque, según la sociedad, a las chicas bien no les va eso. Ser una slut (esa mujer que se ejerce su sexualidad como le viene en gana; o sea, p*ta para los conservadores o aquellos de doble moral) nunca ha sido bien visto. En la traducción al español del episodio se toma como “adicta al semen”. Partiendo de que una adicción nunca es buena, ya sabemos cuál es la percepción que tiene la pelirroja del grupo. No importa que sea una preferencia personal; la ausencia de fuegos artificiales o confeti a los que hace referencia Charlotte son un “upgrade” para Miranda. ¿Qué pensaría del squirt en su nueva etapa?
Obvio que te guste el semen no significa que aceptes el de cualquiera. En todo hay niveles, gustos y variables a considerar. Por ejemplo, el sabor siempre ha sido un factor sorpresa que por años he tenido que lidiar con él, una ruleta rusa. Definitivamente tiene que ver con la dieta o alimentación y no es tan hot preguntar “qué comiste” -para decidir si me lo trago o no. Vaya, nunca he sido una master reteniéndolo para luego escupirlo. Estudios señalan que el alto consumo de carne roja (el horror) influye en la acidez del semen, justo el tipo que detesto. En cambio, si el hombre en cuestión consume frutas y verduras, así como carbos de lenta absorción, su semen será un dulce final en tus lolas, tu cara o tu boca. ¡Tú escoges!