Cómo usar este test:
- Lee cada afirmación y marca la opción que mejor describa la realidad de los últimos 3–6 meses.
- Respuestas: Nunca (0) / A veces (1) / Frecuente (2) / Muy frecuente (3).
- Al final, suma tu puntaje y revisa la interpretación.
Importante: Este test es para reflexionar y comunicar, no para etiquetar ni humillar. Si hay violencia o conductas de riesgo, prioriza tu seguridad y busca apoyo profesional.
Test
1) Explota o se cierra cuando hay conflicto. Por qué: dificultad de regulación emocional. Ejemplo: ante un desacuerdo, grita, golpea cosas o desaparece por días.
2) Le cuesta aceptar responsabilidad. Por qué: patrones defensivos impiden el cambio. Ejemplo: “Todo es tu culpa” aunque el error sea compartido.
3) Te dice que “exageras” o “inventas” cuando expresas cómo te sientes. Por qué: invalidación emocional; puede acercarse al gaslighting. Ejemplo: minimiza tus lágrimas o te llama “dramática”.
4) Celos que controlan. Por qué: inseguridad y apego ansioso/evitativo. Ejemplo: revisa tu celular, pone reglas sobre ropa o amigos.
5) Cambios de ánimo muy marcados que afectan la relación. Por qué: puede haber estrés, ansiedad o depresión no atendida. Ejemplo: días en que no sale de la cama y otros de irritabilidad extrema.
6) Uso problemático de alcohol u otras sustancias. Por qué: afrontamiento poco saludable. Ejemplo: promete “bajarle” y al poco tiempo vuelve igual o peor.
7) Dificultad para poner límites a su familia o amigos. Por qué: límites difusos generan conflictos crónicos. Ejemplo: toma decisiones importantes consultando a todos menos a ti.
8) Te responsabiliza de su bienestar. Por qué: dependencia emocional. Ejemplo: “Si me dejas, me hundo”, “Sin ti no soy nada”.
9) Se aísla cuando tiene problemas. Por qué: evitación del malestar; falta de red de apoyo. Ejemplo: no contesta por días y solo reaparece cuando “ya se le pasó”.
10) Críticas constantes a tu cuerpo, tu trabajo o tus amistades. Por qué: proyección e inseguridad; daña tu autoestima. Ejemplo: “Tus amigas son una mala influencia”, “Con ese outfit llamas la atención”.
11) Historial de traición y poca transparencia. Por qué: dificultades de compromiso/autocontrol. Ejemplo: oculta chats, cuentas o gastos; contradicciones frecuentes.
12) Problemas de sueño, irritabilidad o fatiga persistente. Por qué: marcadores típicos de estrés o depresión. Ejemplo: insomnio, pesadillas, cansancio constante y “cero energía”.
13) Dolores físicos sin causa clara en periodos de estrés. Por qué: somatización (el cuerpo habla lo que la mente calla). Ejemplo: cefaleas o gastritis cada que hay presión laboral o de pareja.
14) Evita conversaciones importantes. Por qué: miedo a la intimidad emocional. Ejemplo: pospone “hablar de futuro”, dinero, planes o acuerdos.
15) Reacciones desproporcionadas ante críticas suaves. Por qué: baja tolerancia a la frustración/vergüenza. Ejemplo: te grita por una observación mínima o te deja de hablar.
16) Inestabilidad financiera por impulsividad. Por qué: déficit en control de impulsos o consumo para regular emociones. Ejemplo: compras/gastos ocultos que luego afectan a ambos.
17) Experiencias pasadas de trauma no elaboradas. Por qué: traumas no procesados reaparecen en forma de ira, evasión o control. Ejemplo: eventos familiares duros que nunca ha trabajado y que lo disparan.
18) Dificultad para empatizar con tu perspectiva. Por qué: déficit de empatía relacional. Ejemplo: no valida tu cansancio o tu estrés; “solo él la pasa mal”.
19) “Modo piloto automático”: apatía y desconexión general. Por qué: posible burnout o depresión. Ejemplo: nada le entusiasma; descuida higiene, hobbies, metas.
20) Reconoce que no está bien… pero no hace nada. Por qué: ambivalencia al cambio (fase común, pero estancante). Ejemplo: dice “sí necesito ayuda”, pero posterga meses.
Puntuación e interpretación
- 0–12 puntos (verde): señales leves. Aun así, una charla honesta y hábitos de autocuidado pueden mejorar el clima emocional.
- 13–30 puntos (amarillo): recomendable sugerir terapia individual (y/o de pareja). Hay patrones que se están instalando.
- 31–60 puntos (naranja/rojo): alta recomendación de terapia profesional. Probable malestar emocional significativo que ya afecta su vida y la relación.
Si hay violencia física, sexual o amenazas: prioriza tu seguridad. Busca apoyo legal y psicológico. No esperes a que “mejore”.
Cómo proponer terapia sin escalar el conflicto
1) Habla desde el “yo”, no desde el “tú”. En vez de “tú necesitas terapia”, di: — “Me siento preocupada y me gustaría que ambos estemos mejor. ¿Considerarías hablar con alguien profesional? Yo te acompaño en lo que necesites.”
2) Valida su experiencia. — “Sé que estás pasando por mucho y no tiene por qué cargarlo solo.”
3) Ofrece opciones concretas. Ten a la mano 2–3 alternativas (presencial/online, horarios, costos). Reducir fricción facilita el “sí”.
4) Normaliza el proceso. — “Así como irías con un entrenador para mejorar en el gym, la terapia es entrenamiento emocional.”
5) Pongan una meta específica. — “Probemos 4–6 sesiones y vemos cómo te sientes.” Los objetivos acotados reducen resistencia.
Si él se niega… ¿Qué puedes hacer tú?
- Cuida tus límites: puedes amar y, al mismo tiempo, negarte a tolerar gritos, humillaciones o control.
- Trabaja en tu propio sostén: terapia para ti, red de amigas/familia, hábitos que te devuelvan energía.
- Evalúa la relación con honestidad: si el cambio nunca llega, no te falles a ti misma.
Señales “rojas” que exigen acción inmediata
- Violencia física o sexual.
- Amenazas, destrucción de objetos, persecución o acoso digital.
- Conducción temeraria, abuso severo de sustancias, ideación suicida.
En estos casos: busca ayuda profesional y líneas de emergencia en tu país. Tu seguridad es lo primero.
Cierre: amar no es curar, es acompañar con límites
El amor no reemplaza a la terapia. Acompañar no es rescatar. Cuando propones ayuda profesional, no estás “acusando”: estás cuidando el vínculo y a ti misma. A veces, el acto más amoroso es aceptar que necesitas ayuda externa para dejar de repetir los mismos patrones.
Moraleja Cosmopolitan: “El amor crece cuando hay responsabilidad emocional. Lo que no se repara, se repite. Y pedir ayuda es el primer paso para dejar de dolerse y empezar a vivir mejor.” 💜