Movimientos deliciosos y relajantes, que puedes hacer sola o con tu pareja, te ayudarán a sentir más placer
Acuéstate con la cadera sobre una almohada y coloca tus piernas en flor de loto. Moja tus dedos índices y medios en un aceite cuyo aroma te encante y masajea en círculos los huesos ubicados al lado de tus labios mayores.El siguiente paso es el mismo ejercicio pero con la pelvis en alto. Sólo tienes que apretar el trasero y sumir el ombligo. En automático habrá elevación. Agrega ejercicios de Kegel, oprimiendo como si aguantaras la orina.Si detectas algún tipo de dolor, puede deberse a tensión acumulada que irás liberando. El masaje también relajará la entrada de la vagina. Al mismo tiempo, respira profundamente y suelta el aire poco a poco por la boca, con un sonido de ´¡aaah!´.De manera frecuente antes de dormir, flexiona las rodillas 45 grados. Tómate de los tobillos o espinillas hasta que toquen los muslos posteriores y abre el ángulo de las rodillas hacia afuera lo más que puedas; sentirás descanso.Puedes continuar el masaje sobre tus labios mayores y sentir cómo empieza el placer, al tiempo que fortaleces tu vagina, lo que te permitirá disfrutar más el coito. ¿Qué tal si te dan sexo oral en esta posición? La sensación será muy diferente e intensa.Por las mañanas, antes de levantarte, estira las piernastensándolas lo más que puedas y relaja a intervalos. Dóblalas en ´ancas de rana´ y estíralas de nuevo. Así comenzarás el día con menos estrés en la zona de tu pelvis.
