Muchas promesas de amor que se dicen durante el sexo son culpa de la famosa oxitocina
Dicen que después del sexo no es el mejor momento para decirle “te amo” por primera vez... y menos, por supuesto, si la relación está apenas empezando.
Esos arrebatos de pasión y romanticismo pueden tener origen en la llamada hormona del amor: la oxitocina.
La psicóloga Amanda Denes de la Universidad de Connecticut acaba de publicar las conclusiones de un estudio en el que descubrió que esta sustancia ocasiona la verborrea sexual.
“Te amaré toda mi vida”, “estaremos juntos siempre”, “nunca me había sentido así", “eres el amor de mi vida”, “jamás te sería infiel” y demás expresiones que a veces se dicen sin pensarlas, al calor del orgasmo, son producto de una reacción natural del organismo.
La oxitocina, explica la especialista, disminuye la agresividad de las personas e incrementa la confianza en la pareja, lo que hace que ambos se sientan más dispuestos a comunicar sus emociones.
Pero ahí no acaba el tema, en su ensayo “Pillow Talk: Exploring Disclosures After Sexual Activity”, Denes advirtió que no todo lo que se afirma en esas circunstancias debe ser tomado literalmente, ya que esta hormona provoca las mismas reacciones tras un “rapidín” donde hay cero intención amorosa y cuando pueden aflorar palabras que serían imposibles sin el sexo.
En estos casos, recomienda, es mejor tomar el “te amo” como un “gracias”.
El estudio, en el que participaron hombres y mujeres de entre 18 y 36 años de edad, indicó que las chicas con una relación estable son más propensas a las declaraciones amorosas, debido a que la estimulación sexual recibida es tan placentera que les despierta una actitud positiva y muy afectiva.
Los resultados muestran que los sentimientos de comodidad generados por la hormona del amor disminuyen el estrés y estimulan la facilidad de divulgar información personal durante el sexo, fortaleciendo el vínculo
