¿Tu galán está insoportable? Aprende a detectarlo y sal bien librada
Nosotras sabemos de “esos días”, o mejor dicho de esa “vida”. Nuestros comportamientos cambian bajo la influencia de interacción hormonal en el ciclo. Por ejemplo, surgen cambios en el oído, en la atención, las emociones, el manejo del estrés y el rendimiento. Pues bien: ellos pueden experimentar algo parecido, de manera menos frecuente, pero sucede.
Testosterona: la madre de todos sus procesos
No sólo sus funciones sexuales dependen de esta maravillosa hormona, esta sustancia básica modula sus estados emocionales. Por ello, un bajón de testosterona los desequilibra al grado de no comprenderse a sí mismos y caer en crisis. Según estudios del Departamento de Neurociencia de la Universidad de Pittsburgh, el fenómeno de estar “en sus días” sucede en hombres jóvenes de manera poco frecuente y estacional.
¿Cuándo está él en “sus días”?
Éstos son algunos de los signos más frecuentes. Son temporales y se presentan en hombres menores de 40; suelen durar pocos días.
1. Reacciones emocionales exageradas. En especial hacia situaciones o hechos que por lo regular le suelen ser indiferentes.
2. Agresividad o irritabilidad en estallidos, seguido de un súbito regreso a la “normalidad”. Es común el arrepentimiento posterior.
3. Cansancio, bajo rendimiento físico, desgano.
4. Poco o nulo deseo. De sexo, mejor ni hablamos.
5. Cambios de humor, llanto “fácil”, conducta ambivalente (está y no está, quiere pero no).
6. Confusión mental, hartazgo, ansiedad y hostilidad.
Reactiva su producción
De entrada, habría que revisar cómo anda su vida y relaciones. Puede estar arrastrando heridas y conflictos. De nuevo, no confundas. Este fenómeno se caracteriza por exacerbar los estímulos del ambiente, pero sobre todo, no tiene causas obvias. Pareciera que de la nada “se puso raro” y no sabe por qué pero se siente así. La buena noticia es que ayudarlo a recobrar su normalidad es bastante simple y hasta te regalará beneficios, ¡aplícate!
Él tiene que moverse
Aunque aún no contamos con estudios concluyentes sobre “esos días” masculinos, la baja de testosterona estacional se relaciona con hombres sedentarios. Por lo tanto, si lo notas en “sus días”, el primer paso para que se relaje será sugerirle que dirija su trasero hacia el gimnasio más cercano. Correr 30 minutos, dar un par de vueltas al carril de la alberca, jugar futbol; eso promoverá que su testosterona se eleve y su estado emocional y mental se equilibren. En especial si el ejercicio es intenso aunque no sea prolongado. Ponlo a sudar.
Haz trabajar a sus testículos
Cuando él se excita, se da un mecanismo de feedback positivo, o sea, sus testículos producen más testosterona. Pareciera una tarea difícil porque es probable que muestre poco deseo. Así, se requieren promover experiencias placenteras para ambos. Llevarlo hacia el contacto erótico -visual y táctil-, en especial; eso sí, busca el momento ideal, tampoco quieras llevártelo al colchón en pleno estado de hostilidad.
Dosis diarias de serotonina
La serotonina es un neurotransmisor que nos permite equilibrar las emociones. Se activa o segrega en estados de bienestar, desencadenando una serie de reacciones que estimulan la secreción de hormonas, entre ellas la testosterona. ¿Cómo ayudar?, con comida. Se necesita combinar triptófano que está en los lácteos, pescados, carnes magras, huevos y nueces con carbohidratos (panes, papas, legumbres, arroz), se convierten en azúcares que al aumentar en la sangre se produce insulina y ésta a su vez genera que las neuronas sean receptivas al triptófano y, entonces, éste crea serotonina. Revisa qué tan bien come tu hombre y ayúdalo a crear mejores hábitos, eso evitará que caiga en periodos de bajón hormonal.
Hazte una capa
Perfecto, aunque puedes ser un brazo de apoyo, tampoco eres su punching bag. Lo único que está bajo tu mando es la reacción que decidas tener. Lo mejor que puedes hacer es protegerte, blindar tus emociones y no tomarlo personal. Dale espacio y tiempo. Permanece alerta, ya que si este fenómeno es muy frecuente o duradero quizás no sean “sus días”, sino desórdenes emocionales que es probable que requieran apoyo terapéutico e incluso médico.
