Le pedimos a un grupo de expertos financieros que nos dijeran qué cosas son ciertas y cuáles son ficción
1. MITO: Pedir dinero prestado es malo.
REALIDAD: “Antes de la crisis financiera mundial, el acceso a tanto crédito nos permitía vivir con muchas más cosas de las que realmente requeríamos”, nos explica Clare Francis, editora del website moneysupermarket.com. “Ahora es más difícil obtener un crédito, y nos da miedo usar dinero que no es nuestro. Pero sin dicho crédito, muchas opciones -como ir a la universidad o comprar una casa- simplemente no existen.
La editora dice que la deuda en sí no es necesariamente mala, pero la razón por la cual requieres pedir prestado puede serlo. Lo primero que debes hacer es preguntarte si es algo esencial. De ser así, hay tarjetas de crédito con intereses muy bajos que te permiten traspasar tu deuda y cubrirla. Pero esto sólo funcionará si tienes un plan claro y realista. Aconseja que también debes tener cuidado en cubrir los montos mensuales mínimos de tus tarjetas de crédito, porque puede que termines pagando más en intereses que el costo inicial de tu compra.
2. MITO: Las empresas te recompensarán por ser una clienta leal.
REALIDAD: “En cuanto a los seguros, la mayoría de la gente piensa que mantenerse fiel a su proveedor tendrá sus beneficios”, dice Clare. “Pero las empresas se dan cuenta de que es menos probable que te cambies a la competencia una vez que ya firmaste con ellos, así que usan las cuotas más competitivas para obtener nuevos clientes. Y como resultado, las primas aumentan”.
Matt Cumming, quien se encarga de comparar servicios en iselect.com.au, dice que buscar un seguro médico adecuado para tus necesidades puede ahorrarte miles de pesos anualmente. La lección aquí es que revises los términos de tu póliza y que recuperes ese dinero. Puedes hacer lo mismo en tus cuentas bancarias. Francis dice que muchos bancos ofrecen incentivos para que te cambies. “Analiza los bancos pequeños; las marcas menos establecidas ofrecen tratos más competitivos”, asegura. “No obstante, algunos también ofrecen a sus cuentahabientes tasas y tratos preferenciales, así que siempre verifica antes de hacer cualquier movimiento”.
3. MITO: Una renta es tirar tu dinero a la basura.
REALIDAD: “Muchas personas piensan que las rentas son un desperdicio, pero depende de la etapa de tu vida en la que estés y de tu actitud”, afirma Clare. Muchos jóvenes sienten la urgencia de comprar una casa o un departamento, pero por la situación económica y las obligaciones de hacer depósitos cada vez más grandes, ser dueño de una propiedad es cada vez más difícil.
Asegura que es cierto que todas queremos tener nuestro patrimonio, pero aquí es cuestión de conveniencia. Es fácil pasar por alto todos los costos adicionales que se generan cuando eres propietaria (tarifas de mantenimiento, multas, reparaciones, seguros...), por lo que es mejor enfocarte solamente en el hecho de que únicamente tienes que cumplir con el gasto de la renta. ¿Aún te sientes mal de que estás pagando algo que nunca será tuyo? Piénsalo de esta manera: la luz y el gas tampoco son tuyos e incluso así gastas en ello, ¿cierto?
4. MITO: Un historial crediticio malo te perseguirá toda la vida.
REALIDAD: “Aunque tu historial crediticio sí es importante (es la manera en que los bancos y sociedades deciden si te aceptarán como cliente o no), no es permanente”, explica Francis.
Dice que ese historial puede ser consultado por cualquier prestamista. Si tuviste un problema financiero, se mostrará en tus archivos y aparecerás como deudor, pero esto no es para siempre. Algunos expiran después de unos cuantos años y otros se tardan un poco más en desaparecer. Únicamente la empresa que te puso ahí puede quitarte, así que tendrás que contactarlos. Una vez que tu deuda esté saldada, ellos se encargarán de lo demás. Aunque aparecerá en tu registro durante un tiempo, al menos demuestra que te enfrentaste con éxito al problema que tenías.
