De acuerdo con un estudio de mindfullness, realizado durante 8 semanas, en la Universidad de Pittsburg, la respiración es tu mejor aliada para mantener la amígdala en su tamaño adecuado. Esta es la responsable de controlar tu miedo y estrés, por lo tanto también esos antojos emocionales que te dan de vez en cuando y quieres acabar con la alacena o la máquina de papitas. Así que respira profundo, hazlo conscientemente y dale la bienvenida a la calma.