Es casi un mantra escuchar a todo el mundo decir que un buen café es la energía para empezar el día. Sí, es fácil preferirlo. ¿Por qué amamos el café?

De esas benditas casualidades surgen los grandes descubrimientos y así es como ocurrió con el café: un pastor etíope cierto día notó que sus cabras se detuvieron en unos cafetos y consumieron sus bayas masticando sus hojas; a partir de este hecho, los animales hicieron gala de un exceso de energía.

Eso le llamó la atención y al día siguiente volvió; movido por la curiosidad se llevó algunas bayas, las hirvió y consumió la bebida, su sabor le fascinó y quizá nunca se enteró de la gran aportación que haría para todas las generaciones futuras, al grado que ahora hay lugares específicos para disfrutarlo.

Y lo mejor de todo es que ha sido tanto su impacto que esta humeante bebida se convirtió en sujeto de investigación, y a su alrededor se ha encontrado toda una serie de beneficios que la convierten en una gran opción saludable para que te acompañe en grandes momentos.

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UNA TAZA, LA DOSIS IDEAL

Hay quienes se declaran adictos al café, e incluso agradecerían el que pudieran recibirlo vía intravenosa, pero lo cierto, es que como todo en la vida, ningún exceso es bueno y este caso no es la excepción. Idealmente, tomar una taza en la mañana, justo antes de iniciar cualquier actividad, ya sea deportiva o las tareas cotidianas, es lo propicio, debido a que esta dosis es suficiente para proporcionar energía y vigor.

Pero adicionalmente, existe una larga lista de cualidades que se le atribuyen y que van desde provocar buen humor hasta prevenir algunos tipos de cáncer y la diabetes. La clave radica en las cantidades de cafeína que contiene, una sustancia que se ha demostrado influye en que varias de nuestras funciones orgánicas se realicen con mayor eficiencia.

¿CÓMO ACTÚA LA CAFEÍNA?

Se trata de un componen- te natural que influye en muchas áreas de la función cerebral, como por ejemplo, es un facilitador del aprendizaje y agiliza la memoria, por mencionar solo unas de sus ventajas, sin embargo, no debemos pasar por alto que consumir en exceso –más de cuatro tazas al día–, puede ocasionar trastornos del sueño, como insomnio.

A la par de estas cualidades atribuidas y comprobadas desde el punto de vista científico, existen otras más como la que reveló un estudio de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, donde se demostró que su con- sumo limitado reduce de manera significativa el riesgo de padecer depresión en comparación con quienes toman café descafeinado.

Por supuesto, esta no es la única sustancia poderosa que contiene una dosis de café, hay otras más que también cumplen con su labor de ofrecer salud al organismo, como ocurre con los polifenoles, una rica fuente de antioxidantes, pues ayudan a detener el envejecimiento de las células y, con ello, el organismo está capa- citado para realizar con mayor eficiencia sus funciones durante más tiempo, pero si quieres todos sus beneficios, recuerda que la dosis perfecta son tres tazas al día. ¿Lista para disfrutarlo?

LA FÓRMULA PERFECTA

El café contiene grandes cantidades de sustancias que son propicias para el buen funcionamiento del organismo, se trata de las siguientes:

Cafeína

Estimula el sistema nervioso central, haciendo que te mantengas alerta, te da energía y mejora el estado de ánimo.

Sales minerales

Indispensables para el crecimiento, forman tejidos humanos, contribuyen en la elaboración de hormonas y controlan las funciones orgánicas.

Lípidos

Necesarios para proporcionar energía y estimular el funcionamiento del metabolismo.

Vitamina B

Contribuye a la formación de glóbulos rojos y a mantener sano el sistema nervioso central.

Polifenoles

Es una sustancia antioxidante que ayuda a regenerar las células, por lo que el organismo, en general, se mantiene durante más tiempo joven y con todas sus funciones activas.

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