Claro, tus piernas y pulmones arden, pero correr es igual de demandante para tu cerebro. Entrénalo para que no se canse.
Lidiar mentalmente con los aspectos difíciles de correr es esencial. Aquí te decimos cómo practicarlo.
Imagina el éxito. Las atletas que se visualizaban concentradas y en control, desarrollaron la fuerza mental necesaria para desempeñarse bien, de acuerdo con un estudio reciente. Antes de correr (y si tu energía decrece a medio camino), imagínate corriendo con fuerza alrededor de tu cuadra o a punto de cruzar la línea de meta.
Encuentra tu mantra. Repite una palabra clave o una frase mientras corres para reforzar tu actitud positiva. Prueba ?acaba fuerte?, o ?sí podré?.
Engáñate. A veces, lo más difícil es salir de tu casa. Si no tienes ganas de correr 30 minutos, repítete que solo saldrás cinco minutos. Una vez que estés en movimiento, es probable que te quedes mucho más tiempo afuera.
Sonríe. Incluso una sonrisa de corazón puede hacer que las situaciones demandantes sean más llevaderas, aseguran los investigadores. Además, lucirás mucho mejor en las fotos que te tomen en la carrera.
