Es claro que a todas nos vendría bien una reducción en el consumo de azúcar. Te presentamos cinco maneras en las que puedes comenzar a hacerlo sin que te pese tanto:
*No sorbas azúcar: Cuando intentas bajar de peso, eliminar las bebidas azucaradas puede ayudarte a disminuir 500 calorías de tu consumo diario.
*Piensa al natural: Reduce tus antojos con fruta ya que éstas contienen azúcar, pero su otro ingrediente principal, la fibra, torna más lenta la absorción de azúcar en el torrente sanguíneo, cortando el peligroso ciclo bajo-alto.
*Si quieres dulces, ¡a sudar! Sí, hacer ejercicio promueve la quema de calorías, pero también podría ayudarte en la protección contra los efectos dañinos del azúcar, según investigadores de la Universidad de Colorado. Además, la fructuosa combinada con otros azúcares mejora el desempeño en el ejercicio al ayudar a elevar tus niveles de energía.
*Dale cortón a tus antojos: Si vas a utilizar edulcorantes, lo mejor es que elijas las variedades que traen beneficios extra a la salud, como la miel de abeja o la miel maple. Ambas tienen más o menos el mismo número de calorías que el azúcar, así que asegúrate de consumirlas con moderación. Mézclalas con queso cottage o yogur, o añade un poco a tu té.
*Paso a pasito: Si reduces tu consumo de azúcar poco apoco, podrías darte cuenta de que tus antojos disminuyen. Agrega un poco menos de azúcar en tu café cada semana hasta que puedas beberlo sin ésta (o con un poco de leche baja en grasa o una pizca de canela). Podrías sorprenderte al descubrir que tras unas semanas de beber café negro, un sorbo de mochaccino resulta demasiado dulce. Tus papilas gustativas se ajustan a lo largo del tiempo y tus muslos se ajustarán también.