Según un estudio realizado por investigadores británicos, nuestro comportamiento influye considerablemente en la personalidad de nuestro gato.
Si tu gato no es amigable, podría ser tu culpa. Esta es la conclusión una estudio realizado por las universidaddes de Nottingham Trent y Lincoln en Inglaterra.
El objetivo de los investigadores: determinar si nuestro comportamiento afecta el de nuestro felino.
Si estás estresada, ¡tu gato también lo está!
Para descubrir el final de la historia, los investigadores analizaron 3000 dueños de gatos, principalmente británicos y buscaron puntos en común entre sus personalidades y las de sus michis. Para hacer esto, les preguntaron a los propietarios sobre sus rasgos de carácter, su estado de salud y su estilo de vida, y luego las mismas preguntas, pero esta vez sobre su gato.
Sus conclusiones: cuando las personas sufren de estrés, ansiedad o están enojadas, ¡sus gatos también lo están! Por el contrario, los propietarios psicológicamente estables y saludables generalmente tienen gatos con un carácter tranquilo y feliz.
Según Mark Farnworth, profesor de la Universidad de Nottingham, el comportamiento de nuestro gato se inspira en nuestra naturaleza profunda. Como explica el Telegraph: “Cada vez más, estamos aprendiendo que el bienestar de las mascotas depende de la naturaleza subyacente del propietario, y no solo de las decisiones y comportamientos conscientes”.
El gato también influye en nuestro comportamiento
Nuestro comportamiento, por lo tanto, influye en el de nuestro gato. Pero nuestro gato también influye en el nuestro. O al menos nuestra capacidad de ser felices.
De hecho, este es el resultado de una encuesta realizada en OnePoll, que en 2018 comparó la vida cotidiana de los dueños de perros o gatos con la de las personas sin animales. Sus conclusiones: tener una bola de piel a nuestro lado nos hace más felices y optimistas.
Los dueños de gatos o perros tendrían el doble de probabilidades de considerar su vida como exitosa, hacen más ejercicio físico y es más probable que se casen, tengan hijos y sean felices en sus trabajos. Una mascota es un verdadero amuleto de la suerte.
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Francia
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