Con apenas 29 años, muy guapa, exitosa, con carrera prometedora, la actriz Paulina Matos se suma a la lista de celebs que se han enfrentado a las presiones de los estándares de belleza.
Al respecto de eso y sobre el amor propio charlamos con ella.
“Creo que el no haber crecido dentro del medio me hizo tener una manera más clara de ver esta carrera (la actuación) y de saber qué estoy dispuesta a hacer para formar parte y qué no. Soy muy fiel a mis sentimientos y a hacer siempre lo que me hace feliz, si no, prefiero no hacerlo”.
¿Te has enfrentado a los estándares de belleza actuales? Es decir, tener que hacer dieta o tratar de ser quien no eres, etc.
La verdad, sí. Creo que el estar a dieta en esta carrera ya es algo que va de la mano o cuidarte o estar delgada. Al principio le daba mucho más importancia, hasta que aprendí a no ser exigente conmigo misma. Ahora busco un balance entre comer sano y sentirme bien. Y hablando de los estándares de belleza de hoy en día que son demasiado altos, creo que hemos llegado a un punto que, en donde sea o como sea que estés, necesitas más, y me parecer agotador. Hace un año más o menos se me metió la idea de ponerme boobies (cuando yo siempre he sido feliz sin tener), pero mi idea ya venía desde la parte en que me iba a ver “mejor”, y seguro me iba a ver más grande para interpretar personajes mayores. Hice la cita con el cirujano y me la dieron como al mes, sin embargo, sentía una angustia todos los días, me daba miedo pensar en la cirugía porque en realidad no quería operarme; lo estaba haciendo por motivos externos. Así que un día me desperté y dije “no quiero, no lo voy a hacer” y hablé para cancelar mi cita. No tengo nada en contra de las cirugías mientras sea algo que vaya contigo y te haga feliz, está bien, hay que aprender a identificar desde dónde estamos actuando.
¿Cuál ha sido el mayor prejuicio con el que te has enfrentado?
En el que posiblemente lo que he logrado ha sido gracias al el color de mis ojos o mi físico, omitiendo si tengo talento, si me he esforzado. Por eso creo que para mí siempre ha sido primordial prepararme, y me costó mucho trabajo dar el salto de dejar de estudiar a buscar trabajo, me daba mucho miedo el rechazo.
¿Cómo trabajas tu amor propio?
Ser consciente de cómo me hablo. Yo era la típica que se veía al espejo y si se me veía celulitis, la estrías o más gorda, o lo que sea, era la primera en decirme “qué horror”, “que asco”. Ya hoy omito cualquier pensamiento negativo hacia a mí y mucho menos lo externo. También trabajo en que no me importa lo que opinen los demás de mí porque siento que todos los problemas de autoestima vienen del querer agradar a los demás.
¿Qué consejo le darías a las mujeres para comenzar a trabajar en su amor propio?
Que no seamos tan duras con nosotras mismas, y que es muy importante cuestionarse si puedes ser y sentirte en paz con la personas que te rodean. Creo que el poder ser tú con quienes frecuentas ayuda mucho a aceptarte como eres.
¿Qué es para ti la belleza?
Lo que reflejas cómo ser humano, eso siempre sobresale.
¿Y el éxito?
Ser feliz con lo que tienes.
¿Qué te hace feliz?
El amor, tener paz mental, sentirme productiva, trabajar, comer, dormir, hacer ejercicio, ver a la gente que quiero... Muchas cosas me hacen feliz.
¿Qué consejo nos das para tener paz mental y aceptarnos tal como somos?
Creo que es importantísimo normalizar el ponernos como prioridad sin sentirnos culpables o decir que es egoísta. Estamos muy acostumbrados a hacer cosas que no queremos por satisfacer a otros y, si no lo hacemos, que haya un chantaje de por medio o viceversa si alguien no hace lo que queremos. Eso me da mucha paz mental y, como consecuencia, te vas a sentir bien contigo.
¿Eres feminista? ¿Qué opinas del feminismo?
Claro, siempre voy a apoyar a mi género y espero que en algún momento lleguemos a un punto de igualdad donde tengamos que dejar de luchar por nuestros derechos.
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