Las autoridades han intervenido en el caso y ya se comenzó la búsqueda de uno de los bebés
Muchas personas alrededor del mundo consideran la llegada de un bebé, como la bendición más grande en sus vidas y el perderlo, como la peor tragedia.
Fue en El Salvador, donde una historia digna de película ocurrió apenas hace unas pocas horas.
Mercedes Casanellas originaria de este país y su esposo Richard Cushworth, se encontraban esperando a su primer hijo y decidieron que el lugar de nacimiento del bebé, sería en el país donde nació la madre.
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La llegada al hospital y el parto, se realizaron sin mayor percance, pero fue al momento de llevar al bebé a los cuneros donde esta historia común y corriente se convirtió en un drama total.
Al entregarle a Jacob, nombre del nuevo miembro de la familia, un día después de dar a luz, Mercedes aseguraba que el bebé que tenía en brazos no era el suyo, argumentando que el color de su piel era un poco más oscuro y que su bebé no era tan pequeño, ¿la respuesta del hospital? Los bebés cambian de color.
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A pesar de que Casanellas estaba segura que el bebé que tenía en brazos no era el suyo, la pareja lo llevó a casa.
?Tomé algunas fotos de su carita las ponías de lado de mi esposo tratando de encontrar algún rasgo parecido, pero nada? intenté convencerme a mi misma, pero mi instinto maternal me decía que algo no estaba bien.?
La inquietud que Mercedes tenía, la orilló a realizar una prueba de ADN a cada uno de los bebés que habían nacido ese mismo día.
El Dr. Alejandro Guidos, se negó a que la prueba se realizara, pero las autoridades salvadoreñas intervinieron en el caso. Actualmente, se ha emprendido una búsqueda para encontrar al verdadero Jacob y regresar a sus padres al bebé que fue intercambiado.
Esperamos que pronto cada familia se encuentre reunida con sus familiares.
