Ponte las pilas y firma un acuerdo contigo misma para alcanzar la dicha que sueñas
Cuida lo que dices
¡Y también cómo lo dices! Las palabras que utilizas son más importantes de lo que crees, y si las usas para hacer daño (a ti misma o a otros), estarás violando el acuerdo más importante que puedes hacer con tu felicidad. Miguel Ruiz, autor del libro ‘Los cuatro acuerdos’ dice que con las palabras creamos nuestra propia historia, en la cual vivimos, y de cómo las utilicemos dependerá vivir en un sueño placentero o en una pesadilla. Las palabras negativas hacen daño, pues están cargadas de energía negativa que puede resultar muy nociva.
Duda por tu bien
Ruiz asegura que hay que cuestionar todo lo que se escucha y hay que escuchar la intención que hay detrás de las palabras para comprender el verdadero mensaje. Hemos aprendido que dudar es malo, pero, a veces, preguntarnos si hacemos bien o mal evita que tomemos una decisión precipitada y nos predispone a hacerlo sabiamente, fiándonos de nuestra intuición, en lugar de dejarlo todo a la lógica. Tu felicidad es la mejor guía que puedes tener; fíate de ella, te lo dicta el cuerpo.
¡Acéptate!
¿Te preocupa lo que piensen de ti? A todos nos preocupa que los demás se equivoquen acerca de nosotros y no nos vean como somos en realidad. Pero no puedes esperar que todo el mundo te conozca bien. Ruiz dice que desde pequeños aprendimos a tomar a modo personal las opiniones y los juicios de los demás, aceptándolos y haciéndolos propios, y de esa manera nos enjuiciamos a nosotros mismos. Si utilizas tu propia mirada para verte de verdad, podrás aceptarte y amarte, sin intermediarios y sin que nadie te diga cómo debes ser.
¡Despierta!
Dentro de ti existe un juez duro e implacable que ejerce según tus creencias. Lo importante es aceptar que, debido a esas creencias propias, no estás percibiendo tu vida como es en realidad. Una vez que entiendes esto, puedes liberarte de todos tus juicios, suposiciones y de la tendencia a dar algunas cosas por hechas. Podemos caer en el error de imaginarnos que todo va a ocurrir de la misma forma que en el pasado, pero no tiene por qué ser así. Lo de atrás ya ocurrió y eso no implica que en el presente vaya a ser igual. Despierta y libera tu mente.
Yo supongo...
¿Cuántas veces asumimos cosas que no son ciertas? Casi siempre que hacemos una suposición, nos metemos en problemas. Olvídate de los “yo creo”, “yo pienso que”, “yo supongo”, etc., porque puede que lo que estás pensando para nada sea cierto. Si eres capaz de pararte para ver la realidad tal y como es, en lugar de andar suponiendo lo que crees que es, te será fácil librarte de la trampa de la suposición, y el resultado será distinto. Ten en cuenta que las cosas no siempre son como parecen.
