15 Señales que te dicen que te estás convirtiendo en tu mamá

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Y es que a veces, cuando abres la boca tu madre parece salir de ella...

Dices las frases de tu madre, tienes sus manías y descubres en tu persona lo que tanto odiaste. Pero si lo miras bien, tiene sus cosas buenas, porque al fin y al cabo, mamá siempre tiene razón, y ahora la has heredado tú.

Felicidades, mamasita: Ya eres una mujer de bien.

1. Si fueras una princesa Disney, serías Frozen.

Te has vuelto más friolenta que un cachorrito y además, eres capaz de controlar el tiempo (meteorológico, claro).

2. Los invitados VIP a tu party del viernes son tu sofá, manta y peli.

Ni qué decir que el plan se convierte en paraíso si le pones un vino y buena compañía, ya sea tu chico, tu bff o las Kardashian. Además, para eso te molestaste en buscar un depa pensando en el nivel de ruido que habría en la zona de jueves a domingo, ¿no?

3. Las nuevas tecnologías empiezan a escapar de tu control.

Pero, ¿qué es eso de Snapchat? Y ¿para qué quiero yo un Tinder? En mi época (es decir: cuando yo era ?joven?) ligábamos en los bares, en las calles e incluso en la cola del súper.

4. Las manías se te han disparado y eres todo lo que te prometiste no ser.

La reencarnación de Mónica Geller. Jamás entendiste porqué tu mamá barría lo ya barrido (por quinta vez en el día) y te ponía de los nervios que se enojara porque no estiraste bien las sábanas. Pero ahora explicas con orgullo la manera “correcta” de doblar una toalla de baño, y lo más complicado: las sábanas ajustables.

5. Has cambiado los vasos rojos por los cocteles y las cervezas por vino.

Puede que un ?Ron con cola? te sepa a juventud, pero el sabor de su resaca te hará sentir una ancianita terminal. Sí, ex Reina del electro latino, tu tolerancia al alcohol en sangre ha disminuido y ahora vas ?happy? con dos copitas. ¿Lo peor? Ya no cantas: tarareas, porque perdiste la capacidad de aprenderte las letras y ya sólo te sabes los estribillos.

6. Le has tomando gusto a las plantas.

Es decir, ¡por fin has dado con la forma de que no se te mueran!. Ahora disfrutas comprando flores un sábado por la tarde, paseando con el ramo bajo el brazo (como si algún galán te las hubiera regalado) y colocándolas en tu sala para poder sentir esa sensación de frescura cada día al entrar en casa. Simplemente mágica.

7. Tú que te dormías con el rímel pegado, has comenzado a desmaquillarte antes de ir a dormir, e incluso a usar crema de noche.

Y es más, le cuentas a tus compañeras de trabajo lo importante que es ?porque por la noche es cuando la piel se regenera y necesita estar limpia para recuperarse?. ?Dios mío, ¿no me digas que no usas protección solar? ¡Alerta Roja!?

8. Hay tantas cosas en tu bolso que podrías montar una farmacia ó supermercado ambulante con él.

Ibuprofenos, crema de manos, una pieza de fruta, envolturas de caramelos, compresas, tickets arrugados y por supuesto, kleenex, ? Ojo: cuidado con guardar éstos últimos en la manga de tu camisa. Por ahí no pasamos.

9. Cuando vas al súper pasas un buen rato tocando toooda la fruta y verduras para elegir las mejores.

Porque en algún momento indeterminado te reconciliaste con los vegetales. Puede que porque te asustaras al probarte el bikini ó porque te sientes un ser humano superior en la cola del súper.

10. Aunque ames ir de shopping, últimamente prefieres comprar y devolver los artículos en lugar de probártelos en la tienda.

11. Has descubierto cómo activar el poder mágico de la mirada asesina.

Vale más que mil palabras, es decir, necesitas menos sílabas para hacerte respetar. Da igual que no seas madre, ya la has puesto en práctica con los escandaloso hijos ajenos, con la lista que pensaba quitarte el aparcamiento y hasta con tu gato cuando araña el sofá. Lástima que con éste último aún no funcione al 100%.

12. Rescatas cosas del armario de tu madre porque es la mejor tienda vintage del mundo.

Y además ¡es gratis! Mientras tanto, tú sigues acumulando prendas que no usas desde hace años porque te da pena tirarlas? ¿Y por qué? Pues para poder continuar ?inconscientemente- con el ciclo vital: ya las usará tu futura hija.

13. Has perdido la vergüenza ante las quejas si te han dado un mal servicio, e incluso te enorgullece salirte con la tuya.

Al fin y al cabo, estás pagando por ello y cuando el dinero sale de tu bolsillo... jum jum. ¿No te han hecho caso en persona? Ya se puede ir preparando su community manager: Twitter es la digievolución de la hoja de reclamaciones que pedía tu mamá.

14. Has dejado de tener control sobre tus lágrimas y cualquier pequeña emoción (incluso buena) puede provocar la fuga.

Estar orgullosa de tu pez, recibir un regalo sorpresa, que alaben tu trabajo e incluso un reallity y/o serie. ¿Recuerdas cuando tu mamá lloraba al fallecer ese actor al que no conocía? En fin, mejor será que te ceda ese pañuelo que guarda en la manga (a ella si se lo permitimos).

15. Ningún invitado se quedará con hambre.

Ofreces la mitad de lo que estás comiendo a quien esté a tu alrededor (básicamente porque ya no tienes hambre y te da pena tirarlo).

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