Los duques de Sussex levantan pasiones y también entre los más pequeños como ha quedado patente durante su último viaje oficial a Irlanda.
La pareja se encontraba de visita en la sede de la Asociación Atlética Gaélica cuando se les presentó Walter Cullen, un niño de tres años que sacó el lado más tierno de Meghan.
El chico comienza tímido tocándole el hombro, pero luego toma confianza y le acaricia el pelo. Ella le responde con un gesto de lo más tierno tomándole la manita.
Walter está feliz y parece que no tiene intención de dejar que se vaya así como así. Tal es la pasión que pone que hasta el propio Harry bromea con él.
Después de dedicarle toda su atención, los duques se despidieron y el pequeño les dijo adiós con un beso al aire.
¿Se puede ser más adorable? 😍😍