Está bien renunciar a lo que (o quién) pensabas que querías

renunciar

La vida te ha entrenado para esforzarte tanto como puedas para alcanzar tus sueños, pero a veces, las cosas no funcionan como las planeaste. Las emociones aumentan, la moral baja, y, por mucho que quieras intentarlo, aprendes que hay ciertas paredes que no puedes romper y montañas que no puedes escalar; es entonces cuando tu instinto te dice que el mejor curso de acción es darte por vencido y dejarlo ir. Pero en una sociedad competitiva, el abandono a menudo se considera una falta de perseverancia, o algo de lo que avergonzarse. Los psicólogos creen lo contrario, en algunos casos: abandonar ciertos objetivos puede ser importante para alcanzar la felicidad. “Una obsesión con el éxito puede tener efectos secundarios negativos en los que posiblemente sea aún más importante en la vida: ser feliz”, dice el Dr. pHd Raj Raghunathan en una artículo de Psychology Today. Entonces, si te encuentras en alguna de estas situaciones, puede ser el momento de aprender a aceptar gentilmente la derrota.

1. Cuando solo sigues intentando porque haces felices a otras personas.

Hay pocas cosas que te hacen más miserable que correr tras un sueño que no es tuyo. Aunque hay ocasiones en las que necesitas hacer sacrificios y ajustes para mantenerte a flote financieramente, la decisión de seguir una determinada carrera o un estilo de vida debe ser tuya. Si solo estás presionada por algo porque otras personas te lo dicen, pero esto mismo no fomenta nada más que odio en ti, entonces ignora las opiniones de los demás y déjalo ir.

2. Cuando tu búsqueda de éxito está eclipsando otros aspectos de tu vida.

La pasión es diferente de la obsesión. La pasión te impulsa a ser lo mejor que puedes ser, mientras que la obsesión te ciega a todo lo demás, incluyendo tu objetivo principal. Negarte a ti mismo la felicidad en otros aspectos de tu vida solo para lograr algo te dará una victoria vacía.

3. Cuando ni siquiera estás seguro de si todavía quieres lo que quieres.

A veces, tratar se convierte en un hábito. Simplemente repasas los movimientos sin siquiera molestarte en preguntar por qué, porque ya te has acostumbrado. Si trabajar para lograr un objetivo se siente como una rutina avía en lugar de algo por lo que estar entusiasmado, entonces tal vez sea hora de preguntarse si todavía deseas lo mismo que antes. Cambiar de perspectiva es inevitable, y cuando ni siquiera estás seguro de lo que quieres, entonces puede ser momento de seguir un sueño diferente.

4. Cuando estás empezando a lastimarte.

El camino hacia la persona o lo que siempre has querido no es fácil, pero tampoco debe ser algo brutal. No debería eliminar tu felicidad personal, ni el viaje debe hacerte sentir que no eres lo suficientemente bueno para el destino. No dejes que tus sueños te destrocen; aunque deberían desafiarte, no debes romper tu espíritu.

5. Cuando estás sacrificando mucho por alguien que ni siquiera reconoce tus esfuerzos.

Hay ocasiones en las que intentas salvar una situación aparentemente desesperada por el deseo de mantener a las cosas o a las personas juntas. Sin embargo, la triste realidad es que no todo está destinado a durar, y en ocasiones incluso a la persona con la que has estado y has estado echándole tantas ganas parece importarle CERO. Te mereces mucho más que eso. Igual y es hora de renunciar y seguir adelante.

6. Cuando lo único que te hace feliz es la idea de rendirte.

En algún momento te cansas física, emocional y mentalmente de todo y empiezas a preguntarte si todos tus esfuerzos valieron la pena. Si la idea de abandonar algo o dejar a alguien te hace sentir profundamente aliviado y feliz, es hora de considerar tus opciones. Renunciar no es algo malo. De hecho, puede abrirte a cosas que realmente están destinadas para ti. Después de todo, el mundo es un lugar grande. Por supuesto, mejores cosas están ahí fuera para ti.

Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Filipinas

COSMO RECOMIENDA:

Ser soltera a los 30 solo significa que lo mejor está por venir

La paradoja de tener pareja: “Tengo miedo a que me lastimen o a no ser suficiente”

También te puede gustar: