Detrás de la perfección: ¿Oasis o infierno?

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El perfeccionismo no tiene nada de perfecto, pero sí con no sentirte segura de ti misma. Entonces, si no es así,¿por qué nos empeñamos en usarlo como un atributo que demuestra lo mucho que nos exigimos en busca de probar que hacemos un buen trabajo?
Es posible que te sientas identificada con algunos de los patrones del perfeccionismo, esto se debe a que es diferente en cada persona. Pero si reconoces que estás haciendo varias de las siguientes cosas, es probable que tengas un problema y que te esté consumiendo sin darte cuenta.

EL VERDADERO PERFECCIONISMO ES UN INFIERNO

Imagina a la persona más desagradable y cruel que conoces y que su trabajo es seguirte, criticando y juzgando lo que haces. Agrégale una voz que te repite que si tan solo hicieras las cosas bien por un minuto, tus problemas se resolverían. ¿Suena bien?

¿POR QUÉ LO SEGUIMOS USANDO EN EL CV?

Quizá te identifiques con esta historia. Llega el día de la entrevista de trabajo y tu entrevistador te pregunta tus tres principales defectos. Muy confiada dices “soy perfeccionista, pongo mi vida laboral antes que la personal”. Te sientes bien al decirlo, porque sabes que es verdad, pero también porque los medios nos han enseñado que está bien llegar a este punto, que para llegar al éxito debemos darlo todo por conservar un cubículo. Bozoma Saint John, empresaria estadounidense, dijo en una entrevista que cuando alguien contestaba con esa típica frase, finaliza la entrevista, porque no puede tomar en serio a la persona.

¿CUÁL ES EL PRECIO?

Afecta tu vida diaria, desde tu productividad y rendimiento laboral, hasta relaciones, estabilidad emocional y salud física. No solo se siente mal, existen diferentes investigaciones que muestran que los altos niveles de perfeccionismo están relacionados con resultados clínicos negativos, desde trastornos de alimentación y fibromialgia hasta depresión y suicidio. La Universidad de Western Ontario entrevistó en 2013 a amigos y familiares de personas que se habían suicidado y descubrieron que el 56% de los fallecidos mostraban una terrorífica “presión externa por ser perfectos”.

Y A TODO ESTO, ¿QUÉ CAUSA EL PERFECCIONISMO?

Existen muchos factores que pueden contribuir a que esa voz silenciosa se desarrolle.

· INSEGURIDAD Miedo constante a la desaprobación de los demás o sentimientos de inseguridad e insuficiencia. Pudo haber sido desarrollado en la niñez, adolescencia o después de un shock siendo adulto. · NÚCLEO FAMILIAR Un padre de comportamiento perfeccionista o que desaprueba los esfuerzos de sus hijos si no resultan en la perfección, puede alentar a sus hijos hasta un punto considerado abusivo. · SALUD MENTAL Ansiedad o trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Aunque existe una correlación entre el TOC y el perfeccionismo, no todas las personas con perfeccionismo tienen TOC y no todas las personas con TOC son perfeccionistas. Atención... · SIEMPRE EN LA CIMA Las mujeres con logros altos a veces sienten mucha presión para estar siempre “a la altura”. Las niñas muy alabadas por sus éxitos pueden ser mujeres obli- gadas a trabajar más duro.

LO IDENTIFIQUÉ. ¿AHORA QUÉ?

Si crees tener rasgos de perfeccionismo que te causan angustia, eres capaz de salir de ellos. Además de seguir estos tips, acude con un terapeuta. · HAZ UNA EVALUACIÓN PRECISA Si solamente recibes feedback negativo, pregúntate: ¿Qué sí está funcionando? ¿Lo disfrutas? ¿Lo que haces cumple con tu propósito de vida? En esta pequeña conversación contigo misma, párate, camina, toma un té y... · SIGUE ADELANTE Aunque deseamos esos momentos instantáneos, perfectos, tronando los dedos, la mayo- ría de las cosas toman tiempo y en muchas situaciones parece que no lo lograremos. Piensa en esto: ¿qué habría pasado si J.K. Rowling se hubiera dado por vencida? ¿O la ganadora de Premio Nobel Nadia Murad? To- das empezamos por algo, todas tenemos problemas, todas podemos salir adelante, ser persistentes y después contar nuestra historia con una sonrisa. ¡Respira y respira!

· TRABAJA EN TU TOLERANCIA Por lo tanto, cuando te detengas para realizar una comprobación y veas los puntos no terminados o difíciles, en lugar de juzgar cómo se está quedando corto, sigue avanzando hacia lo que sigue. No confundas el carácter inacabado del momento como un signo de la salud del proyecto en general; es solo un paso en el camino. Y cada paso es crucial en sí mismo. Esto es lo que le decimos a nuestros hijos cuando están trabajando en informes de libros, sus cambios en el béisbol, las solicitudes a la universidad y dicen: “¡No puedo!”. Sabemos que no es que no puedan, es que simplemente no están allí todavía. Pero sí se puede. ·CONOCE TUS PRIORIDADES Necesitamos que cada parte de un proyecto, comida o aspecto de nuestra apariencia sea perfecta. ¿Quién no se volvería loca pensando así? Una buena manera de resolverlo es preguntarte: ¿Esto marcará una diferencia a largo plazo? Si estás trabajando en tu dieta, no la dejes; si tuviste un día malo, sigue adelante con 10 días buenos; al final verás los resultados. Si se trata de decidir entre la boda de tu mejor amiga o ir a un coctel del trabajo, dile adiós por un fin de semana a la parte laboral. Invierte tus recursos en tu proyecto más grande: tú misma. Siempre. · CONCÉNTRATE EN EL VIAJE, NO SOLO EN EL DESTINO Nos resistimos a disfrutar de lo que estamos haciendo. Postergamos las salidas con amigas por estar detrás de una computadora en un trabajo que no nos llena, preparamos un discurso mental mientras nos bañamos sobre cosas que probablemente no vayan a pasar, terminamos por sentirnos tensas, amenazadas y con una visión limitada. Es momento de que tengas tu “amiga, date cuenta”. La vida es corta y si no empezamos a disfrutar cada momento, inclusive esos días terribles que parecen sacados de un sitcom, habremos muerto sin disfrutar de todas sus facetas.
· ABRAZA LOS FRACASOS Reconocer que te equivocaste en algo es un paso gigante, disfrútalo, aprende del error y date permiso de saborearlo. Recuerda que solo es un fracaso si no te levantas. Deja de llegar precipitadamente a la conclusión de que todo está mal, eres humana y vas a tener más errores que este. No tienes una tarjeta que acumule puntos negativos cada vez que te equivocas, aprende a amar tus tropiezos, te harán ser mejor a la larga. Y más feliz. · DEJA DE COMPARARTE El perfeccionismo también se alimenta cuando te aferras a la imagen de una persona que admiras (o desprecias). Esto nace de idealizar a alguien, creer que su vida es perfecta. Así que si vas a comparar, hazlo con personas reales, con mujeres que trabajaron mucho para llegar al lugar en el que están. Aprende de aquellas que no tienen miedo de alzar la voz y decir que no ha sido fácil. Este tipo de comparación es positivo, porque te conecta con tu voz y te ayuda a darte cuenta de que no todo pasa en un abrir y cerrar de ojos, no se trata de magia, es la vida real. Nunca (de verdad, nunca) envidies a otras personas porque tuvieron mejores oportunidades, valora las que tú tienes. Cultiva la mejor versión de ti misma, esa es la mejor arma para derrotar al perfeccionismo.

TIPOS DE PERFECCIONISMO

Se cree que existen algunos. Si bien comparten comportamientos similares, sus motivos y resultados a menudo son diferentes. Descúbrelos.

  • ESTÁNDARES PERSONALES

Lo podemos encontrar en quienes tienden a sentirse atraídos por mantener sus estándares y continuamente están aprendiendo, o encontrando formas de mantenerse motivados para llegar a la meta. Se cree que es saludable, ya que no produce estrés excesivo ni agotamiento. Las personas con estándares personales de perfeccionismo pueden tener menos probabilidades de usar hábitos dañinos para enfrentar el estrés. Alguien solo siente y asume esto si sus objetivos los hacen sentir con energía y no abrumados o paralizados.

  • AUTOCRÍTICO

Esta mujer perfeccionista es más propensa a sentirse intimidada por los objetivos que se fijan a sí mismas; en lugar de sentirse motiva- das, pierden el sueño (literalmente) por estar preguntándose cómo resolver diferentes situaciones. Es más probable que les invada la desesperanza porque por más que se esfuerzan creen que nunca van a cumplir sus sueños. La investigación de la Universidad de Western Ontario sugiere que el perfeccionismo autocrítico es más probable que conduzca a emociones negativas, como la angustia, la evitación, la ansiedad y la depresión. ¿Quién quiere eso en su vida? ¡Nadie!

  • SOCIALMENTE PRESCRITO

Definido en un estudio de la Universidad de York en 2014, este tipo de perfeccionismo des- cribe la demanda de excelencia que a menudo se coloca en personas con trabajos que requieren una precisión extrema. Como abogados, médicos cirujanos, ingenieros y arquitectos. Las personas que ejercen estas profesiones experimentaron pensamientos más desesperanzados, que las que están en carreras artísticas. Entre estas emociones encontraron: estrés, un mayor riesgo de autolesión y suicidio. También se aplica a las personas que tienen altos estándares culturales o sociales y que se esfuerzan por alcanzar estos objetivos poco realistas. Por ejemplo, los estudiantes universitarios pueden ser sometidos a altos estándares académicos por sus padres, inclusive por sus compañeros. Las mujeres adolescentes y adultas que se sienten presionadas para obtener el tipo de cuerpo que la sociedad pretende “ideal” pueden desarrollar este tipo de patrón.

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