Cuando tu cita no está funcionando, esa pizza congelada que tienes en tu refri podría ser tu plan perfecto junto a una de tus pelis favoritas
1. Cuando te dice que acaba de terminar una relación larga. “Sí, estuvimos juntos cinco años. Terminamos la semana pasada.” ¿Ah, sí? ¡Entonces estoy súper orgullosa de que hayas aceptado cenar conmigo sin decirme esto antes! No creo que esto tenga repercusiones para nada y definitivamente trabajaremos juntos para tener una pareja saludable, comprometida y sin problemas, ¡bien por nosotros! Ajá...
2. Cuando él quiere “pasar el rato” en lugar de “salir” contigo. Tienes más de 18. Puedes decir: "¿quieres salir conmigo?”, sin que yo espere que nos casaremos cuando anochezca.
3. Cuando piensas: "¿Me va a abrir la puerta? No me importa si lo hará o no, pero esto es incómodo. Entonces te adelantas a abrirla porque tal vez la está deteniendo, pero... Ay no, yo lo hago... No, no estaba esperando... Yo sólo... Espera, ¿la abro? Incomodidad total.
4. Cuando descubres que es súper machista. Si él comienza con: “no es que odie a las mujeres ni nada, pero...”, o saca de la nada el: “uy, creo que él si odia a las mujeres”, no será tu mejor opción. Aún cuando él no sepa que lo que está diciendo es machista y odioso, enseñarle a un chico sobre sexismo y remover esos asuntos sobre las mujeres es trabajo de un terapeuta, no de una potencial novia.
5. Cuando él te dice: “Tú no eres como las otras chicas.” Oh, sí, por favor continua diciéndome cómo no soy como las otras mujeres que han sido todas unas desgraciadas, mi príncipe. Seguramente nunca tendrás la misma opinión sobre mí.
6. Cuando ve su celular todo el tiempo. ¡Uy sí, qué gran plan! Trabajando para conquistarme, está funcionando definitivamente. #Not.
7. Cuando es demasiado cercano a su mamá. Sí, probablemente le llamó al minuto siguiente de que tuvimos sexo por primera vez. Además, por favor Dios, no me pases el teléfono. 100 por ciento le diría que eres un raro.
8. Cuando te detiene la puerta y no sabes si es caballeroso o misógino. ¿Lo está haciendo porque es un buen detalle para la gente de cualquier género, o porque quiere una ama de casa de 1950?
9. Cuando sospechas que no tiene donde vivir y te está usando sólo por tu cama. “No sé, es que nunca vamos a tu casa y cuando te pregunto en qué colonia vives, contestas, “depende,” entonces te estoy preguntando si ¿vives en varias casas?”
10. Cuando sólo te manda mensajes después de media noche. Porque trabaja hasta muy tarde. Porque dejó su celular en su casa todo el día. Porque básicamente él piensa que eres una prostituta. Adivina cuál de las tres es la verdadera.
11. Cuando odias que lo primero que te dice en su primera cita, pero eres educada y tienes que quedarte sentada tooooda la cena. O sentirte mal si piensas en salirte de eso. “Ah, odias a Lena Dunham porque te parece fea... Muy bien. Entonces sólo voy a pedir un vaso de agua con el pretexto de: ‘Ah, de repente me acordé que tengo que estar en algún lado.”
12. Cuando te gusta pero no soportas a sus amigos. Y ni siquiera le puedes decir que deje de ser su amigo, porque esa es una conversación difícil con alguien con quien has salido por mucho tiempo, definitivamente no la puedes tener con alguien en la segunda cita.
13. Cuando no se parece nada a su foto de perfil. “Una pregunta rápida: ¿hay alguna posibilidad de que pueda salir con el que aparece en tu foto del 2008? Él es a quien realmente me encantaría darle un beso.”
14. Cuando su voz no se escucha como la habías imaginado cuando viste su foto de perfil. Así sean ocho tonos más altos o más bajos, pero no el tipo del sexy Barry White, pasa algo momentáneamente inquietante en donde te formas una imagen de la persona en tu cabeza y, después, escuchas una voz que no queda para nada con su físico.
15. Cuando de repente él empieza a actuar raro y tú no sabes por qué. Y no sabes si él te está mostrando quien es verdaderamente o si, de repente, se comporta distante o si conoció a alguien más, y tú no le puedes hacer ninguna de estas preguntas porque técnicamente no están “juntos.”
16. Cuando te convences a ti misma de que él no es tan malo porque no quieres estar sola. Esto pasa usualmente cuando ya te has dado cuenta de que no hay química entre ustedes, pero sientes que tienes que ser educada y quedarte de todas formas, después entre más habla, más te convences a ti misma de que es realmente lindo y honesto. ¿Eso cuenta?
17. Cuando tienes que dejar de pensar en tu ex. “Creo que mi ex no era tan malo. Quiero decir, no era muy inteligente, ni divertido y nunca entendió mis chistes, y una vez quiso implicar que creía que las mujeres no debían de trabajar, pero daba besos realmente buenos. Le debería mandar un e-mail cuando llegue a mi casa después de esta cita que estoy odiando.”
18. Cuando en todo en lo que puedes pensar es en regresar a tu casa para comer pizza. Sabes que estás en una pésima cita cuando la idea de hacerte una pizza congelada que ha estado en tu congelador desde hace siglos, y comértela en el sillón mientras ves a la pared, es mejor que esta cita.
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