Nosotras siempre hemos sido catalogadas como las dependientes emocionales dentro de una relación, pero un estudio científico nuevo prueba que no somos el único género que siente cosas después del sexo.
A pesar de todo el inmenso placer que normalmente viene con una explosión orgásmica, no es poco común que las personas sientan una ola de tristeza justo después, aun cuando nada malo tenga relación con el encuentro sexual, según Medical Daily.
Investigadores de Queensland University of Technology en Australia han concluido que sentirse triste después del sexo se refiere a una disforia poscoital. La emoción puede ir desde 5 minutos hasta 2 horas, dependiendo de la persona y no, no está limitado a que sólo lo experimenten las mujeres.
«Todos asumen que lo que sucede en la recamara es normal, pero existen un sin fin de respuestas en un periodo de tiempo inmediatamente después de la actividad sexual, conocida como la fase de resolución», dice Robert Scheweitzer, autor del estudio y profesor de la universidad.
A pesar de que los estudios pasados demostraban que la mitad de las mujeres habían mostrado signos de disforia poscoital alguna vez en su vida, existe evidencia que demuestra que los hombres también lo han experimentado. Pero entonces ¿qué es exactamente lo que causa la disforia poscoital?
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April Masini, experta en relaciones, nos dio su punto de vista del por qué esto sucede, afirmando que esos sentimientos tristes pueden surgir si piensas que la relación sólo es sexual.
«Muchas veces las personas tratan de transformar el sexo en amor. Por lo que se quedan atrapadas en un torbellino de emociones y en la mañana cuando se dan cuenta e que no habrá un ?te amo? o un ?tengo que verte otra vez?, se confunden aún más», dice April.
Por otro lado, Nicole Prause, psicóloga sexual, piensa que los niveles bajos de testosterona y una falta total de orgasmo puede causar que sientas disforia poscoital después del sexo.
Un estudio previo publicado en The Journal of Social and Personal Relationships apoya la teoría de Prause. Los investigadores encontraron que los niveles altos de testosterona se encontraban en las conversaciones negativas después del sexo. Pero, si ocurría el orgasmo durante el sexo, la comunicación resultaba ser menos negativo.
Mientras todavía no existe una respuesta definitiva sobre la causa de la disforia poscoital, ahora sabemos que no somos las únicas en este misterio.
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