¡Conviértete en el sueño de tu novio! Te contamos todo lo que debes saber sobre el punto G de un hombre: dónde se ubica y cómo estimularlo.
Hablemos del punto G de un hombre. Al igual que en el caso de las mujeres, esta zona puede ser mágica al momento de tener una relación sexual. Sin embargo, llegar a él puede ser un tanto complicado. De hecho, es muuuuy complicado.
Por eso, aquí te contamos dónde está el punto G de un hombre y qué puedes hacer para estimularlo sin tener que ‘penetrar caminos no explorados’. Si saben a lo que nos referimos.
¿Dónde está el punto G de un hombre?
Una de las cosas que hay que definir sobre el punto G de un hombre está ubicado en la próstata.
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La próstata es una glándula del tamaño de una nuez encargada de producir el líquido que transporta los espermatozoides. Se encuentra dos pulgadas dentro del recto, al interior del camino que va del ano al pene.
¿Cómo estimular el punto G de un hombre?
Al estar en la próstata, el punto G es sumamente sensible al placer, ya sea autoprovocado (a través de la presión al perineo) o por la estimulación de ciertas partes del cuerpo. Aquí te contamos cuatro formas fáciles de ‘consentir’ a tu novio:
1. Acaricia su mandíbula.
Es uno de los símbolos más visibles de la masculinidad, y rara vez te preocupas por estimularla. Cuando tocas la mandíbula de un hombre, subconscientemente le estás recordando lo varonil que es y le das un ‘boost’ a su ego. Pasa la punta de tus dedos sobre su mandíbula, empezando por la parte inferior de los oídos hasta que llegues al otro extremo. Tocar esta parte del cuerpo estimulará los nervios de su cara.
2. Hazle cariñitos en el antebrazo.
Aquí hay dos partes destinadas al placer: la parte de arriba del antebrazo, la cual es ultra sensible porque los pelitos estimulan los nervios, y la parte lisa del mismo, que destensa los músculos cuando la persona se relaja. Empieza a hacerle cosquillitas de arriba hacia abajo con la punta de los dedos en los dos brazos al mismo tiempo. Toca las partes más sensibles y cuando se le ponga la ‘piel chinita’, te darás cuenta que estará mucho más relajado.
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3. Explora sus ingles.
Muy pocas mujeres exploran las ingles de los hombres. Ponlo en práctica y verás que lo prendes al instante. Agarra sus piernas y ábrelas un poco para que puedas ver sus ingles. Masajea sus músculos con la punta de tus dedos, después bésalos y pásales tu lengua con delicadeza. Cuando veas que ‘su amigo’ empiece a crecer, consiéntelo y ¡aprovéchate de él.
4. Masajéale las pompas.
Tocarles los músculos de las pompas es un tabú para los hombres, pero eso permite que le quites la tensión muscular del momento para que pueda mover libremente la cadera al momento de la acción. Pídele que se acueste boca abajo y recárgate sobre sus piernas. Dale un masaje empezando por la espalda baja hasta recorrer el coxis. Luego mueve tus manos un centímetro hacia abajo y repítelo hasta que llegues a las pompas.
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