Tips para olvidar a un ex

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¿No lo has dejado ir porque no puedes o porque no quieres? ¡Analízalo!

Sí, duele cuando alguien se va de nuestra vida, aunque nos la haya hecho terrible. Nos tomará algo de tiempo, pláticas, lágrimas y martinis para comprender que terminó. Sin embargo, ¿su recuerdo sigue apareciendo? Lo sueñas y lo piensas constantemente. Incluso puedes estar saliendo con alguien nuevo, pero sus imágenes empañan el panorama. ¿Qué está pasando contigo?

¿En qué lo convertiste?
Por ahí dicen que nos enamoramos, no de las personas, sino de quienes somos cuando estamos con ellas. Y cuando esa persona se va, tenemos que rediseñarnos, casi recogernos como migajas. Entonces, en la pérdida de ese “cacho de nosotras”, dotamos a nuestro ex de atributos y virtudes que nunca tuvo, meros espejismos. Y extrañamos lo que pensamos que él era y, claro, quien eras cuando estabas a su lado.

Sacúdetelo ¡ya!
1. TÚ ERES TÚ: sí, suena bobo. Pero tú no eres una relación, ni lo que implica, ni tu trabajo, ni los viajes que hiciste con él: tú eres tú y eres mucho más que todo eso. Cuando comiences a concientizarlo, dejarás de tratar de sustituirte o cubrir el espacio con la imaginaria autodefensa. Sábete completa.

2. DALE SU JUSTA MEDIDA: seguro tiene mil cosas buenas por las cuales recordarlo, pero también aspectos que, de algún modo, no te permitieron tenerlo en tu vida, por lo que terminaron. Quédate con el aprendizaje y lo positivo, pero no dejes de ver lo que los separó, no para llenarte de rencores, sino para ser objetiva.

3. LA CÓMODA MISERIA: no estás loca, pero has crecido en una sociedad en la que nos han enseñado a casi aplaudir el sufrimiento y nos acostumbramos a que las situaciones o las relaciones dañinas o sin bienestar, son lo común. Y cuando no tenemos la dosis de miseria, la extrañamos. ¿Cómo salir de ella? Abriéndote a merecer.

4. ACEPTA QUE MERECES: el merecimiento es comprender que vales demasiado como para continuar en una experiencia que te roba la paz. Con toda tu alma, compréndelo y deja de revolcarte en el viejo dolor o en las situaciones que “pudieron ser”.

5. DESARROLLA UNA NUEVA VISIÓN: olvidar, lo que se dice olvidar, es imposible. Pero sí dejar ir a la gente. Deja de luchar, véncete. Date cuenta de que las cosas fueron como tenían que ser. Esa visión no es de derrota, sino de aceptación. Sí, así fue, ¿y? No hay más que seguir.

6. DESPÍDETE: regálate un día, unas horas, pero no más, para despedirte de él. No tienes que verlo. Háblale a su foto o al aire, pero saca todo, y “dile” lo que sientes, lo que te dolió, lo feliz que te hizo; cada sentimiento o recuerdo que surja. Será toda una catarsis. Después, déjalo ir, díselo, “te dejo ir. Gracias, pero ya no te quiero en mi vida”. Y tú te quedas tranquila. Sonríe. Se acabó y es lo mejor.

7. DESENREDA: la única manera de continuar con una nueva relación o comenzar a salir con alguien, es dejar de buscar lo que crees que tenías con tu ex. O lo que imaginaste en la fase de espejismo. Deja de hacerte bolas con información de uno y otro. Haz espacio para que personas mejores se acerquen. Y -cuando estés lista- ¡que vengan los galanes!

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