¿Vas a viajar pero odias hacer maleta? Te simplificamos la tarea
1. Reduce tu guardarropa a las prendas esenciales que puedas combinar, como jeans oscuros y blusas holgadas, y así crear outfits para cada día que salgas. Escoge las que no se arruguen fácilmente y que sean multifuncionales: los pants de yoga pueden funcionar también como pijamas.
2. Usa la ropa más pesada (tus botas, tu chamarra gruesa) los días de viaje para que no tengas que preocuparte de que no quepan en tu maleta. Coloca primero las prendas que tienen más riesgo de arrugarse. Separa cada una con pañuelos o ponlos en bolsas de tintorería. Los pañuelos o el plástico evitarán que se replieguen.
3. EXTIENDE las piezas que no se arrugan. Dóblalas para que formen una superficie plana, así ocuparán menos espacio; pero si tu maleta tiene los costados blandos, enrolla cada prenda ?el contenido de una maleta blanda es más propenso a moverse constantemente, pero si están enrolladas, se quedarán fijas.
4. Mete tus zapatos en el compartimento de tu maleta especial para ellos. Si no tiene, envuélvelos en una bolsa de plástico y mételos a los costados. Introduce los objetos pequeños, como la ropa interior, en los zapatos; las calcetas pueden rellenar las copas de los bra. Extiende los cinturones en el perímetro de la maleta o enróllalos y rellena los centros.
5. GUARDA el equipo especial, como secadoras o cargadores, entre la ropa y en el centro; ahí estarán acojinados.
