Lanzado en marzo del 2018 por RealBotix, Henry es un robot sexual para mujeres. Un gran avance en el mundo de la tecnología, en donde el placer femenino no suele ser una prioridad.
Sin duda un excelente escenario para una serie como Black Mirror. Henry es alto, guapo, divertido y milagroso bajo las sábanas. El único inconveniente: es un robot.
Henry, el robot con “desempeño sexual sobrehumano”.
Es el primer robot femenino de inteligencia artificial para mujeres. Henry no solo es un cuerpo, ya que es capaz de mantener una conversación (limitada, por supuesto), además de hacer bromas.
Como se puede ver en el video a continuación, el sexy robot siempre está listo para la acción, siempre está de buen humor y disfruta los juegos de palabras. Por lo tanto, cuando su interlocutor le pide que haga una broma, el robot se lanza de inmediato: “¿Qué hace una nube cuando su piel le da comezón? Busca un rascacielos”.
Obviamente no lo veremos triunfar en “Stand Up comedy” pero la idea está ahí. Todavía por mejorar.
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Bajo las sábanas, Henry sería capaz de tener un “desempeño sexual sobrehumano”, según su creador. El guapo mide 1.80, tiene una mirada cálida y sus abdominales son de concreto.
Para adquirir un robot como él, te será más difícil que colocar tus juguetes sexuales habituales en la mesita de noche, ya que cuesta entre 11 mil y 15 mil dólares, dependiendo de las especificaciones que tú elijas.
Diversión femenina: un tabú aún relevante
Si el marketing de Henry te hace sonreír, sin duda es un evento que todas deberíamos celebrar. El placer femenino es a menudo la gran parte olvidada de la industria del sexo, y la mayoría de los juguetes sexuales o las películas pornográficas están orientadas principalmente hacia los hombres.
Y cuando ofrecemos productos innovadores para mujeres, hay muchas voces que se rebelan y sacan la supuesta carta de la “moralidad”. Recordemos, en particular, el caso de Lora Haddock, creadora de un sextoy revolucionario que en enero pasado le quitaron el premio de la innovación en la categoría “Robótica y dones” en el CES 2019. El argumento de los organizadores del evento fue que su producto había sido “inmoral, obsceno, indecente, profano y que no correspondía a la imagen del evento”.
Para la diseñadora, la razón era bastante diferente: “La sexualidad de los hombres tiene el derecho de ser explícita, pero la sexualidad femenina, por otro lado, debe ser ignorada o estar en silencio cuando no está prohibida”. Una observación de lo más triste en este 2019, ¿no creen?
Este artículo fue originalmente publicado en Cosmopolitan Francia
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