El indicado: Por qué debemos dejar de buscar a “The One”

  • Twitter
  • Pinterest
  • Tumblr
  • Email

Cuando dejas de buscar al indicado, te abres a posibilidades infinitas. Aprenderás a primero tener una relación profunda y conocedora contigo misma, después el resto se acomodará por su cuenta: razones, temporadas, vidas completas. Todas son válidas. Parece que a menudo aprendemos lo que significa el amor (o lo que creemos que debe ser) de las películas y la televisión. Existe la idea binaria de “Lo amo/Es el peor”, “Me casaré con él/No quiero volver a verlo en mi vida”. Claro, todas tenemos momentos cuando miramos a nuestra pareja y nos preguntamos ‘¿Podría ser el/la indicado(a)’? Pero creo que mientras más experimentes, más encuentras tonalidades grises en este espectro.

Mi primera experiencia que tuve con el amor fue increíblemente pura. El chico a quien amaba y creí que era el indicado, había sido uno de mis mejores amigos desde que teníamos nueve años. Íbamos al campamento de verano todos los años, recuerdo lo importante que fue para mí la primera vez que me tomó de la mano. Además fue mi primer beso. En mis 20, cuando estaba comenzando mi carrera como actriz, no estaba en busca de una relación, pero una se cruzó por mi camino y se volvió algo muy formal, aunque no planeaba sentar cabeza sino hasta los 30. Pero cuando la persona con quien estás te pide matrimonio, piensas: “Esto debe estar ocurriendo porque así se supone que debe ser”. Aunque me rehúso a permitir que una relación me defina, hice mi mejor esfuerzo para evitar mencionarla en los últimos diez años. La realidad es que sí fue un evento masivo en mi vida y el trauma se amplificó por lo público que se volvió, que era completamente extraño y bizarro para una chica que apenas hace 24 meses era una universitaria y llevaba una vida cotidiana, muy normal. Por fortuna, tenía a un amigo que me apoyaba en todo y me motivó a examinar los aspectos de mi realidad. Me mandaba libros grandiosos del amor y me recomendó a un maestro de la meditación. Después de un año, y con nuestros amigos siempre preguntando por qué no éramos pareja, nos dimos cuenta de que detectaban algo que nosotros no. ¿Has escuchado la frase: “Es una razón, una temporada o toda una vida”? Bueno, esta relación en particular era solo una temporada, pero aun así cambió mi vida. Era en verdad mi espacio para sanar. Y fui capaz de procesar todo lo que me había ocurrido y entender mejor al amor, lo que es esencial. Llegué a apreciar que las relaciones con frecuencia sirven para un propósito específico en algún punto por innumerables razones. Algunas están destinadas a sanarte, otras a enseñarte a levantarte, y otras a cómo confiar en tu propio instinto. Detectas con exactitud a quién y lo que necesitas a lo largo de tu vida, ya que estás aprendiendo y este proceso será doloroso. Incluso a pesar de que intentes evitar estas lecciones, ahí estarán. Esta realidad me ha enseñado que las relaciones que no terminan en compromisos para toda la vida no son errores. No todos los amores pueden durar para siempre. Ya no defino el éxito de esa manera, porque las respuestas nunca son solo blanco y negro; a menudo está entre esos dos. Así es como encuentras las claves de lo que necesitas en una pareja: lo que estás preparada para dar, lo que recibes y lo que no estás dispuesta a negociar por ninguna razón. Unos cuantos meses con la persona adecuada pueden ser una gran experiencia, así como una década con alguien más.

Por Sophia Bush

Este artículo fue originalmente publicado en nuestra edición:

En esta edición también encontrarás:

¿Crudivegana? Controversial tema

Cómo decorar tus espacios con plantas

Los astros te guían para ganar dinero

Siempre tú primero, ¿qué relación quieres?

COSMO recomienda:

Hombres que lavan los platos son más atractivos: la ciencia lo dice

  • Twitter
  • Pinterest
  • Tumblr
  • Email
También te puede gustar: