¿Duermes con un neanderthal?

¿Duermes con un neanderthal?

La evolución no alcanzó a algunos hombres, que se empeñan en practicar sexo como en la prehistoria

4. Otra característica de los chicos que viven el sexo como en el pasado es que sencillamente prefieren brincarse el juego previo e ir directamente al grano. Las mujeres necesitamos nuestro tiempo de calentamiento y el orgasmo de ellos es más intenso tras un buen foreplay.
5. Para algunos, la obsesión por llegar al orgasmo como único fin del sexo es tal que se olvidan de disfrutar y hacer que disfrutes todo el camino hacia allá. Toma el control de la situación, dile que para ambos será mejor si lo asumen con calma.
La evolución de las especies parece no haber alcanzado a todos los hombres, algunos de los cuales siguen viviendo el sexo como si estuviéramos en la prehistoria, ¿qué hacer si es el caso del tuyo? Descubre si necesita una renovada.
3. Los neanderthales a los que solamente les preocupa su propio placer son los peores. Piensan únicamente en su orgasmo y, cuando lo alcanzan, se olvidan del tuyo. En estos casos, en los que las técnicas para retrasar su clímax fallan, siempre debes hablarlo.
1. Los neanderthales del sexo ven la satisfacción del placer como un hecho puramente de desahogo: una necesidad fisiológica, una descarga o rutina. Vuelve a hacerlo emocionante, cítalo para una escapada romántica, baila para él, estrenen juguetitos.
2. Para tu chico involucionado pensar en sexo se reduce a un único terreno: los genitales… ¡y se olvida del resto de tu cuerpo! Si esto te pasa, puedes inventar algún juego, de toma y daca o trazar un camino de chocolate por todas tus zonas erógenas.

También te puede gustar:
Cada día es más difícil que una pareja consiga realizar su sueño de tener bebés, estos son los motivos…
La ciencia revela cuánto tiempo tardan en activarse las hormonas del amor en el cerebro
Aunque existen muchos motivos por los que las mujeres fingen un orgasmo, el cuerpo no miente
Aunque no lo creas, los hombres también presentan angustia sexual, ¿cómo detectar si tu pareja la padece?